El 29 de abril de 1962 llega un hijo dilecto de esta comunidad para guiarla y administrarla, el Presbístero Aldo Luis Usseglio Brancard como tercer párroco de esta Parroquia.
Nació el 22 de marzo de 1922 en Turín, Italia. Al poco tiempo su familia emigra a estas tierras y se instala en el barrio Saladillo.
Recibe el sacramento de la confirmación a los 8 años, el 21 de septiembre de 1930, de mano de Mons. Andrés Olaizola, en nuestra parroquia. Ingresa al seminario de Santa Fe al poco tiempo.
El 22 de diciembre de 1946 es ordenado Sacerdote por Mons. Su primera misa fue celebrada el 25 de diciembre de 1946 en nuestra comunidad.
Su tarea primordial fue llevar al hombre hacia Dios por el camino de la gracia, la formación y el compromiso apostólico.
Todo lo que hizo, todos sus anhelos y toda su energía se ordenaron bajo este objetivo. Su ímpetu apostólico y emprendedor, plasmado en obras tanto espirituales como materiales, unido a su caracter temperamental, tenía como meta la salvación del hombre. Su fidelidad al magisterio, su espíritu austero y su coherencia de vida, ha sido motivo de admiración y fuente de genuina inspiración para nuestra comunidad.
Sacerdote visionario, emprendedor como pocos y excelente administrador, supo intuir oportunidades para engrandecer y afianzar el legado recibido de sus anteriores párrocos.
Amplió la Escuela Primaria y fundó la Escuela Secundaria, que comienza su actividad el 18 de marzo de 1985, como aula radial de la Escuela de Educación Técnica 51 “Nuestra Señora de Fátima”, utilizando en sus inicios las instalaciones dependientes de la Escuela Primaria.
En 1989 comienza la edificación del Colegio Secundario.
Trabajó y asesoró a las instituciones y movimientos de la Prroquia con una entrega y tesón dignos de imitar.
Recibió el título honorífico de “Monseñor” por su dilatada y fecunda labor como Sacerdote.
En 1999 con algunos problemas de salud, el Arzobispado le designa un Administrador Parroquial, el Presbístero Alejandro Bóttoli.
En el 2002 se designa como administrador parroquial al Padre Walter Kuhry.
El padre Aldo, ya muy enfermo, entrega su alma a Dios el 25 de julio del 2005, a los 83 años.